2.- Tirar el condón al suelo: Sabemos que en el éxtasis del placer todo puede salir volando: las pantaletas, tus bóxers, el zapato, la peineta, el condón... Cuidado con éste último que, regularmente, viene a recoger ella (si están en su casa). O por ahí aparecerá tras un mueble cuando ella haga una mudanza... Mejor tirarlo amarrado, como buen hombre.
3.- Convencerla para que te haga sexo oral: Si a ella le nace, lo hará. Si no le nace y no lo hace es porque... ¡sorpresa! No quiere hacerlo en ese momento. ¿Es tan difícil de entender? Ella no te obliga a ti a que le practiques un cunnilingus, entonces haz lo tuyo y sólo realícenlo cuando se sientan atraídos por esta práctica.
4.- No mantener el romance: Es muy importante, incluso en las parejas de mucho tiempo. A nosotras, que seas romántico nos prenderá mucho más que el sexo per se. No quiere decir que le hagas el amor entre poesías, pero la sensualidad y el erotismo nunca debes de perderlas.
5.- No tenerla entre tus brazos después del sexo: Incluso a las mujeres más rudas y menos románticas les encanta ser abrazadas luego de un momento de pasión. Ambos deberían sentirse más cerca en ese instante. Quedarse dormido y darse la vuelta es todavía peor que no abrazarla.
6.- Ir directamente al sexo: Sabemos que es lo que quieres, pero ¿puedes disimularlo un poquito? Comienza con el preámbulo y luego toma tu tiempo. Tarde o temprano llegará, así que ¿por qué no disfrutarlo y evitar hacerle ver que "eso" es lo único que quieres?
7.- Darle indicaciones: Ni somos actrices ni tú director. Así que evita, en la medida de lo posible, palabras como "haz esto", "muévete así", "ponte esto", "quítate lo otro", etc. Claro, es divertido y sexy cuando se hace como parte del juego, de manera consensuada. Si no, resultará molesto y chocante."
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