Varios estudios y expertos dicen que cuando
comienza el frío del invierno, los días se hacen mas cortos y los ánimos se
transforman, es mas frecuente tener ganas de estar en casa, de hacer actividades
adentro y mucha gente manifiesta en voz alta su deseo de “hacer cucharita”:
¿hay más sexo en invierno que en verano? El invierno aumenta el deseo de estar cerca y de mimarse.
Está mas asociado al afecto que al sexo, pero como resultado en nosotras ese
contacto, ese abrazo, ese beso, puede fácilmente convertirse en un juego sexual
y culminar con un exquisito coito. El verano, por el contrario, por la poca ropa que usamos
y por el calor es más propicio para el sexo ocasional y para satisfacer el
deseo más primitivo. Por las altas temperaturas no se busca tanto el afecto
expresado desde el cuerpo, si no las relaciones sexuales. Para los amantes del frio y para lo que
no lo quieren tanto, la opción de acercarse es grata y reconfortante para todos
los gustos, incluso para aquellos que no están en pareja ya que es un gran
momento para auto explorarse, conocerse más a fondo y tener una actitud más
introspectiva como iniciativa para el próximo amor que toque la puerta del
corazón.