La “terapia del helado”,
aseguran los expertos, puede ser eficaz contra la melancolía y el
estrés por sus beneficios psicológicos, en los que influyen
tanto las texturas como los sabores del tradicional producto italiano. Según el
73 por ciento de un grupo de un centenar de psicólogos, expertos en bienestar
psicofísico y nutricionistas el consumo de helado ofrece
beneficios sobre todo para la mente. Degustar un buen helado, aseguran, transmite bienestar
psicofísico en un 31 por ciento, hace volver a la infancia en un 27 por ciento
y emociona 24 por ciento. Y en la elección de los gustos también se debe tener
en cuenta que el chocolate ayuda a quien tiene la moral baja, mientras los coloridos helados de
guinda, pistacho y otros sabores exóticos parecen los ideales para quienes quieren relajarse. Entretanto el helado al café o al
tiramisú es perfecto para quien busca recargar las pilas, y el de crema debería
ser el favorito para recibir un efecto consuelo tras una jornada
particularmente agitada. En cuanto a la elección del formato, también tiene la
influencia del estado de ánimo. Según los expertos, quien prefiere el helado en
vasitos necesita en ese momento un relax todo para sí mismo en un 41 por ciento
en busca de descansar del estrés diario; en cambio el cono es preferido por
quienes buscan compartir en un 36 por ciento), evadirse en un 32 por ciento) y
confirmarse en los otros el 25 por ciento. Finalmente, el helado con palito
está indicado para quienes están acostumbrados a vivir emociones fuertes (45
por ciento) y no tienen tiempo que perder 38 por ciento, por lo que prefieren
un placer para degustar rápidamente.