Cientos
de carnavaleros mexicanos engalanaron las calles de Filadelfia, en un desfile
para celebrar el 150 aniversario de la Batalla de Puebla, que recuerda el
triunfo de soldados mexicanos sobre las fuerzas invasoras francesas, ocurrido
el 5 de mayo de 1862. "Yo traigo esa cultura que me inculcó mi padre y tratamos de
inculcarle a nuestros hijos que están viviendo aquí, para que no pierdan su
identidad, no olviden de donde vienen", dijo Gerardo Chico Vellez, uno de
los organizadores.
"Para mucha gente que no ha regresado por mas de 10 años es un motivo de orgullo", sostuvo Chico, quien al igual que su esposa y sus cuatro hijas también vestían trajes que conmemoran la histórica batalla. Al carnaval se unieron transeúntes como la afroestadounidense Jazz Jottin, el caucásico James Cersonsky y el argentino Brian Avendaño, que danzaban alegremente a ritmo de "La Feria del Cepillín", "Tengo una banda dominguera" y "Adolorido", que tocaban las bandas.
"Vengo de una tradición carnavalera en Buenos Aires, se llama la murga, soy murguero. "Esto es participativo", afirmó Avendaño. "Vine por niña", dijo la mexicana de Puebla, Yanet Tlaten, quien llevaba a su hijita vestida de india en un cochecito, mientras acompañaba el desfile en un día soleado y fresco en la avenida Washington. El carnaval forma parte del Primer festival "De pueblo a pueblo" que comenzó este fin de semana en la histórica ciudad de Filadelfia, como parte de una serie de actividades de la cultura mexicana, que culminarán el 16 de junio. Y es precisamente de Puebla de donde proviene una gran parte de los inmigrantes mexicanos que han transformado con su arte, comercio y gastronomía importantes zonas como el Mercado Italiano en la calle 9, en el sur de la ciudad. "Para los vecinos al principio es difícil, pero ya con el tiempo nos van aceptando, ya se hacen amigos de nosotros", dijo Raúl Aguilar, fundador de la primera tortillería en Filadelfia, quien llegó hace 10 años de Puebla y que hace tres años abrió su negocio.
La población latina en Filadelfia, en su mayoría compuesta de puertorriqueños, seguidos mexicanos, se incrementó de casi 130 mil en 2000 a cerca de 190 mil habitantes en 2010 y representa el 12.3 por ciento del total, según la Oficina del Censo. Filadelfia, la primera capital de las 13 colonias de Estados Unidos, tiene entre sus principales atractivos la Campana de la Libertad, símbolo de la Independencia y de las luchas por los derechos civiles de las mujeres y los afroestadounidenses. Localizada a unas dos horas en auto desde Nueva York, al norte, o de Washington, al sur, Filadelfia fue fundada por William Penn en 1682 y preserva con monumentos las contribuciones de los inmigrantes irlandeses y escoceses, entre otros. También conmemora con murales los aportes de los afroestadounidenses, que representan casi la mitad de la población, así como de los inmigrantes más recientes de origen latino y asiático.
El artista mexicano César Viveros, quien ha contribuido con importantes murales en la ciudad, incluyendo uno que muestra imágenes mexicanas, combinadas con elementos históricos en Filadelfia, dijo que "en el nuevo siglo traemos nuestro mestizaje". "Al igual que todos los diferentes grupos migratorios queremos integrarnos" y "el mural es prueba de ello", manifestó. Entre los eventos anunciados en el sitio "depuebloapueblo.org" están la exhibición "Échele ganas" del fotógrafo Lawrence Salzmann, quien muestra el diario vivir de los habitantes de Puebla. El museo Penn presenta la muestra "Corre!", de la fotógrafa mexicana Diana Molina, que exhibe los super atletas tarahumara de la Sierra Madre, además de talleres y películas en distintas localidades de la ciudad. "Antes se hablaba sólo de ´cheese steaks´, ´hoagies´ y ´hot dogs´" en Filadelfia pero ahora en cuanto a la comida mexicana la gente busca un sabor auténtico que es "como ir a la casa de tu abuelita, a la casa de tu mamá", dijo el propietario del restaurante mexicano Las Cazuelas, el chef Alfredo Aguilar.
A pesar de los avances hacia una integración armoniosa de los inmigrantes, un pequeño letrero en la sanguchería Gino's en el Mercado Italiano ha generado controversia porque dice que para hacer una orden hay que hablar inglés. Sin embargo, el fotógrafo de origen italiano y colombiano Tony Rocco afirmó que poco a poco las tiendas italianas van cambiando a establecimientos mexicanos así como vietnamitas y camboyanos, como ha ocurrido con las olas de inmigrantes en la historia del país. "Ahora se termina el italiano y es puro mexicano, mexicano, mexicano", dijo Rocco mientras señalaba negocios como la Tienda Lupita, Los Taquitos de Puebla, la peluquería Azteca o el restaurante Moctezuma en el Mercado Italiano de la calle 9, por donde pasaron los carnavaleros.
"Para mucha gente que no ha regresado por mas de 10 años es un motivo de orgullo", sostuvo Chico, quien al igual que su esposa y sus cuatro hijas también vestían trajes que conmemoran la histórica batalla. Al carnaval se unieron transeúntes como la afroestadounidense Jazz Jottin, el caucásico James Cersonsky y el argentino Brian Avendaño, que danzaban alegremente a ritmo de "La Feria del Cepillín", "Tengo una banda dominguera" y "Adolorido", que tocaban las bandas.
"Vengo de una tradición carnavalera en Buenos Aires, se llama la murga, soy murguero. "Esto es participativo", afirmó Avendaño. "Vine por niña", dijo la mexicana de Puebla, Yanet Tlaten, quien llevaba a su hijita vestida de india en un cochecito, mientras acompañaba el desfile en un día soleado y fresco en la avenida Washington. El carnaval forma parte del Primer festival "De pueblo a pueblo" que comenzó este fin de semana en la histórica ciudad de Filadelfia, como parte de una serie de actividades de la cultura mexicana, que culminarán el 16 de junio. Y es precisamente de Puebla de donde proviene una gran parte de los inmigrantes mexicanos que han transformado con su arte, comercio y gastronomía importantes zonas como el Mercado Italiano en la calle 9, en el sur de la ciudad. "Para los vecinos al principio es difícil, pero ya con el tiempo nos van aceptando, ya se hacen amigos de nosotros", dijo Raúl Aguilar, fundador de la primera tortillería en Filadelfia, quien llegó hace 10 años de Puebla y que hace tres años abrió su negocio.
La población latina en Filadelfia, en su mayoría compuesta de puertorriqueños, seguidos mexicanos, se incrementó de casi 130 mil en 2000 a cerca de 190 mil habitantes en 2010 y representa el 12.3 por ciento del total, según la Oficina del Censo. Filadelfia, la primera capital de las 13 colonias de Estados Unidos, tiene entre sus principales atractivos la Campana de la Libertad, símbolo de la Independencia y de las luchas por los derechos civiles de las mujeres y los afroestadounidenses. Localizada a unas dos horas en auto desde Nueva York, al norte, o de Washington, al sur, Filadelfia fue fundada por William Penn en 1682 y preserva con monumentos las contribuciones de los inmigrantes irlandeses y escoceses, entre otros. También conmemora con murales los aportes de los afroestadounidenses, que representan casi la mitad de la población, así como de los inmigrantes más recientes de origen latino y asiático.
El artista mexicano César Viveros, quien ha contribuido con importantes murales en la ciudad, incluyendo uno que muestra imágenes mexicanas, combinadas con elementos históricos en Filadelfia, dijo que "en el nuevo siglo traemos nuestro mestizaje". "Al igual que todos los diferentes grupos migratorios queremos integrarnos" y "el mural es prueba de ello", manifestó. Entre los eventos anunciados en el sitio "depuebloapueblo.org" están la exhibición "Échele ganas" del fotógrafo Lawrence Salzmann, quien muestra el diario vivir de los habitantes de Puebla. El museo Penn presenta la muestra "Corre!", de la fotógrafa mexicana Diana Molina, que exhibe los super atletas tarahumara de la Sierra Madre, además de talleres y películas en distintas localidades de la ciudad. "Antes se hablaba sólo de ´cheese steaks´, ´hoagies´ y ´hot dogs´" en Filadelfia pero ahora en cuanto a la comida mexicana la gente busca un sabor auténtico que es "como ir a la casa de tu abuelita, a la casa de tu mamá", dijo el propietario del restaurante mexicano Las Cazuelas, el chef Alfredo Aguilar.
A pesar de los avances hacia una integración armoniosa de los inmigrantes, un pequeño letrero en la sanguchería Gino's en el Mercado Italiano ha generado controversia porque dice que para hacer una orden hay que hablar inglés. Sin embargo, el fotógrafo de origen italiano y colombiano Tony Rocco afirmó que poco a poco las tiendas italianas van cambiando a establecimientos mexicanos así como vietnamitas y camboyanos, como ha ocurrido con las olas de inmigrantes en la historia del país. "Ahora se termina el italiano y es puro mexicano, mexicano, mexicano", dijo Rocco mientras señalaba negocios como la Tienda Lupita, Los Taquitos de Puebla, la peluquería Azteca o el restaurante Moctezuma en el Mercado Italiano de la calle 9, por donde pasaron los carnavaleros.